sábado, 20 de diciembre de 2008

Modelando un damasco

Hace 3 años recolecté este damasco, a la orilla de un arroyo serrano. No es un árbol autóctono, pero me imagino que nació de alguna semilla, proveniente de una fruta, merienda de alguno de los tantos turistas que nos visitan cada año.
Lo que me interesó principalmente de esta planta, era el movimiento del tronco y su corteza rugosa. Luego de una fuerte poda, para compensar las pocas raíces que tenía, lo plante en un cajón a la espera de un buen enraizamiento.

Un año después le realicé un modelado muy simple. La idea era seleccionar una línea, y si se podía, colocar correctamente sus ramas. Una foto de antes de comenzar a trabajar.


Solamente conservé dos ramas, el resto no entraban dentro del diseño que tenía en mente. Coloqué rafia muy apretada, ya que debía realizar una importante torsión y al tratarse de un árbol de cierta edad, y con una madera quebradiza, no quería correr riesgos innecesarios.Cuando trabajamos con caducos la imaginación es nuestra principal herramienta. Nos embarcamos en un proyecto a mediano-largo plazo, en donde debemos crear practicamente toda la estructura desde cero. Esta es la principal diferencia entre el modelado de caducos y de coníferas (aquí la razón de porqué la mayoría de las demostraciones se realizan con juníperos o pinos). Después del primer modelado, así quedó este árbol. El el frente se prevee la realización de un shari para crear un centro de interés. Durante el invierno pasado trabaje el shari frontal.

Y esta es una foto actual. Te imaginabas el resultado?Queda todavía refinar su ramificación y pasar el árbol a una maceta de bonsái. Pero en solamente 3 años se ha recorrido una buena parte del camino previsto para este bonsái!

P.D. La planta que se ve en la maceta, junto al damasco, es un Llantén, planta con muchas propiedades medicinales.

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